La oratoria es un
género de la literatura que se encuentra formado por el discurso, el sermón,
la disertación, etc.
LA ORATORIA: es el
arte de hablar en público informando respecto a un determinado tema,
entreteniendo y conmoviendo.
Su objetivo es
persuadir con sus argumentos a todos sus oyentes.
DEFINICIÓN SEGÚN LA R.A.E.: “Arte de hablar con elocuencia, de
deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra”
SINÓNIMOS: retórica (arte
del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al
lenguaje escrito o hablado la eficacia adecuada para deleitar, persuadir
o conmover) y elocuencia (facultad de hablar o
escribir de modo eficaz para deleitar, conmover y persuadir).
La oratoria nos enseña a
expresarnos con propiedad y elegancia, a conocer y utilizar correctamente
nuestro idioma y a transmitir nuestros discursos de manera eficaz.
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Características de la Oratoria:
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1.
Según
el Orador:
§ Conocimiento: tener el mayor conocimiento
sobre el tema que escogerá para ser manifestado.
§ Integridad: el orador debe ser íntegro.
§ Confianza: el orador debe tener plena
confianza de sí mismo.
§ Destreza y Habilidad: un orador debe tener
destreza y habilidad frente a su público.
2.
Según
el punto de vista físico:
§ La voz: pues definitivamente debemos de
hacer uso de un adecuado timbre de voz.
§ El cuerpo del orador: tener una postura
correcta, estar vestido adecuadamente y utilizar gestos y mímicas acorde con
las palabras que pronunciamos.
3.
Según
el punto de vista Intelectual y Emocional:
§ Clara y Entendible: la oratoria se debe de
manifestar de manera clara, entendible y precisa para un mayor éxito
comunicativo.
§ Impactante y fácil de recordar: la oratoria
necesariamente debe ser impactante para captar la atención del público y de esta
manera les sea fácil de recordar.
§ Conmovedora y Persuasiva: debe ser conmovedora,
transmitir al público la posición de tu tema tratado. Por otro lado,
persuasiva, porque debes convencer al público de tus argumentos.
§ Entretenida: no aburrir al auditorio.
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Elementos de la oratoria:
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1.
Elementos
Principales:
§ El orador: Es quien está a cargo de la
elaboración, planeación y manifestación del discurso.
§ El Discurso: es el contenido, el tema a
tratar.
§ El Público: personas, oyentes que conforman
el auditorio.
2.
Elementos
Secundarios:
§ Las Pausas: el uso correcto de este
elemento permitirá un mejor entendimiento por parte de los oyentes.
§ La Dramatización: dramatizar con mucho
énfasis, esto permitirá una mejor expresión.
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CLASIFICACIÓN
DE LA ORATORIA
a) Según el tema y ámbito profesional:
· Oratoria social
· pedagógica
· judicial o forense
· política
· religiosa
· militar
· artística
· empresarial
b) Según la
actitud de comunicación del orador
De forma individual: conferencia, discursos
conmemorativos, inaugural, de presentación, de bienvenida, ofrecimiento,
aceptación, agradecimiento, despedida, augurio, sobremesa, fúnebre, radiado o
televisado, y brindis.
Deliberativa o de grupo: conversación, entrevista,
asamblea, mesa redonda, simposio, debate, foro y cónclave.
IMPORTANCIA
DE LA ORATORIA
“El que sabe pensar, pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar” (Pericles, año 450 a. de C.) |
El orador es un artista que combina armoniosamente
ademanes, gestos, expresión verbal y corporal de forma que consigue persuadir, conmover
y agradar.
La oratoria persigue cuatro fines:
a) Persuadir
Implica convencer a otras personas de que nuestras
ideas son las correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Es la
actividad de persuadir a otros semejantes para que tomen una decisión
determinada.
b) Enseñar
Comprende la acción de transmitir conocimientos a
través de la palabra hablada, de manera formal (en centros de enseñanza) o
informal (en el hogar, la calle, etc.)
c) Conmover
Comprende el provocar, por medio de la palabra,
determinados sentimientos, pasiones y emociones en el espíritu de las personas.
d) Agradar
Es crear belleza con la palabra hablada, producir en el alma ajena un
sentimiento de placer con fines determinados.
LA PERSONALIDAD DEL ORADOR
La confianza y seguridad personal del orador es un
estado psicológico producto de su competencia, conocimientos y habilidades, lo
que le permite enfrentarse a situaciones adversas y salir airoso de ellas.
Según el tipo de motivación que exista en nuestra
mente, se pueden experimentar hasta cinco tipos de actitudes mentales, que
suelen aparecer mezcladas pero que dependiendo de cuál de ellas predomine,
nuestras acciones se encaminarán en un sentido u otro. Estas actitudes son:
a) Independencia: Suelen ser personas positivas, dinámicas, con iniciativa y deseo
de triunfar, extrovertidas, sinceras y dignas de confianza.
b) Dependencia: Son individuos que aún no han logrado dominar su personalidad,
esperan órdenes o motivaciones para iniciar su trabajo. Se identifican con lo
bueno y positivo, pero necesitan ayuda para triunfar.
c) Conformismo: Estas personas viven estancadas, sin ambiciones, no se esfuerzan
por sobresalir ni triunfar.
d) Mediocridad: Personas de carácter inestable. Ante la primera dificultad se
desaniman y abandonan lo emprendido. Permanecen estancados toda su vida.
e) Negativismo: Es la peor actitud. Hace que las personas lo vean todo difícil o
imposible y contagian de sus ideas a los demás. Estas personas nunca
triunfarán.
EL MIEDO ORATORIO
El gran enemigo del orador es el miedo al público, que paraliza la
lengua, seca la boca y la garganta y produce transpiración, engendra
movimientos torpes, traba la voz y nubla la mente. El origen suele estar en la
falta de confianza y seguridad personal o de preparación académica.
Lo importante sobre el miedo es canalizarlo, ya que
ello nos hace mantenernos alerta ante una situación de peligro y de esta forma
se convierte en nuestro aliado.
Todo el mundo experimenta el miedo, aunque hay
gente que ha aprendido a controlar ese miedo oratorio.
Los tipos de miedo que se suelen experimentar en el
terreno de la oratoria son:
a) Miedo
a la primera vez.- Este miedo se vence dando
el primer paso, no importa lo bien o lo mal, lo importante es que lo hagamos.
La primera vez puede que no sea muy satisfactoria pero las siguientes serán
mejores, habremos adquirido experiencia y aprendido a dominar nuestras
emociones.
b) Miedo
a fracasar.- No importa si nos equivocamos, lo importante es
obtener una lección de nuestros errores.
c) Miedo al qué dirán.- Muchas personas viven pendientes de las opiniones que los demás tienen
de ellos y no de los dictados de su razón.
¿Cómo vencer el miedo a hablar en público?: La
actitud mental positiva.
Cuando un orador tiene que transmitir un discurso, su cerebro juega un
papel importante en su motivación personal. Una actitud mental positiva hará
que el orador exponga su tema con convicción y superará su miedo y su timidez.
Para conseguir esa actitud mental, es preciso
motivarse a uno mismo con palabras positivas y reconfortantes. Esas palabras,
repetidas y asumidas, nos harán convencernos de que todo es posible. Lo único
que necesitamos es decisión, valor y perseverancia.
En la práctica, el proceso para lograr la
motivación positiva sería el siguiente:
1º Relajarse y
respirar profundamente, manteniendo los ojos cerrados.
2º Repetir
mentalmente y al compás de la respiración, la acción que se desea realizar.
3º A medida que
se van repitiendo las palabras, acumular toda la energía interna que nos sea
posible y mantener la concentración.
4º Pasar a la
acción. Abrir los ojos, enfrentarse al auditorio con decisión y confianza,
exponer nuestro discurso y retirarnos orgullosos, con la satisfacción del deber
cumplido.
HABLAR CON CLARIDAD Y FACILIDAD
1.- La voz. - Es la base de la expresión oral. Una buena voz facilita la labor del
orador. La voz humana debe tener las siguientes características:
a) Tono.- Es la altura
musical de la voz. Las voces humanas se clasifican según el tono en agudas o
graves, existiendo tonos intermedios. El tono más adecuado para la oratoria es
el de barítono.
b) Timbre.- Es el matiz
personal de la voz. Hay voces bien timbradas y agradables y otras roncas o
chillonas, etc.
c) Cantidad.- Es la duración
del sonido. Suele depender de las características del idioma, los hábitos
lingüísticos de las regiones o países, la psicología del orador, etc.
d) Intensidad.- Es la mayor o
menor fuerza con que se produce la voz.
Según los
especialistas, la voz de un orador debe reunir los requisitos de calidad,
alcance, intensidad, claridad, pureza, resistencia y flexibilidad. Algunos de
ellos son innatos pero otros se pueden adquirir a través de la práctica.
2.- La respiración Para la oratoria, una respiración diafragmática es la más aconsejada, ya
que permite inspirar más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar.
Este tipo de respiración permite hablar con claridad y facilidad, sin peligro
de quedar afónico.
3.- La articulación y
la fonación La articulación es la pronunciación clara y
distinta de las palabras. La mala pronunciación de consonantes o vocales, o una
pronunciación a medias, dan como resultado una mala expresión oral.
4.- La impostación de
la voz Impostar la voz significa
fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido sin vacilación ni
temblor. Es hablar sin esfuerzo y con naturalidad. La impostación de la voz
suele estar a cargo de médicos foniatras, profesores de canto y otros
especialistas.
OTRAS CARACTERÍSTICAS DE LA ELOCUENCIA
1.- La velocidad Es la rapidez del discurso varía según la personalidad del orador, las
emociones o ideas que expresa, etc. Se recomienda que al dirigirse a un público
numeroso la velocidad sea menor que si nos dirigimos a un público pequeño.
También al
exponer razonamientos difíciles, debe ser lenta, mientras que las ideas
sencillas se pueden transmitir con mayor rapidez.
2.- Las pausas y silencios Las pausas, que normalmente en un discurso
leído corresponden con los signos de
puntuación, deben aprovecharse para tomar aire. No deben ser largas. Se
utilizan para separar grupos de ideas de un párrafo, para anticipar frases o
ideas que deseamos destacar y para meditar lo que se va a decir a continuación.
Recomendaciones para cuidar la voz
Para mantener una buena voz, es recomendable no
fumar, no abusar de bebidas alcohólicas, evitar los líquidos muy calientes o
muy fríos, no gritar, realizar ejercicios de inspiración y expiración,
ejercitar el diafragma con una correcta respiración abdominal, ejercitar los
músculos cercanos a la boca, realizar ejercicios de articulación y vocalización
u ejercitar la voz mediante el canto o lecturas a viva voz.
TÉCNICAS DE
PRESENTACIÓN EN PÚBLICO
1.- El público
Es una reunión de personas que participan de una
misma afición, aunque conservan su propia personalidad y su espíritu crítico, y
que concurren a un determinado lugar para asistir a una conferencia, un
espectáculo, etc.
El público puede variar en el número de integrantes
y en su actitud psicológica, ya que podemos encontrarnos con personas remisas,
indiferentes, contrarias, escépticas, etc.
2.-Tipología de los asistentes
a) Agresivo . Es el que ve al orador como un enemigo al que hay que vencer. Si el
orador muestra superioridad y tacto en el trato con él, cederá, pero si se
enfrasca en una discusión, se estará creando un enemigo peligroso.
La forma de tratarlo sería preguntarle soluciones,
no luchar con él y no tomar sus ataques como algo personal.
b) Positivo. Es el participante educado, con el que se puede iniciar un debate
serio, que tiene conocimientos sobre la materia y que pretende ampliarlos. Si
ve que el orador domina el tema le hará preguntas, si no, no lo molestará. Una
buena forma de tratar con él, es agradecerle sus acciones y pedir su ayuda.
c) Exhibicionista. Es el que quiere demostrar que todo lo sabe e interrumpe al orador
muchas veces. Suele hacer preguntas y dar respuestas que no tienen nada que ver
con el tema central. Para contenerlo, debemos preguntarle detalles y no darle
un papel protagonista.
d) Molesto. Es la persona que interrumpe continuamente sólo por el hecho de
escucharse. Le gusta hablar todo el rato, pero no, para contribuir con sus
ideas y opiniones. Se deben establecer unas reglas para las intervenciones y a
esta persona en concreto, interrumpirle tajantemente si es necesario.
e) Tímido. Intelectualmente es bueno pero no tiene el valor suficiente para
exponer sus ideas. Es colaborador, pero hay que motivarlo para que intervenga.
Debemos hacerle preguntas fáciles, protegerlo, integrarlo y darle seguridad.
f) Predispuesto. Es el que se mantiene a la
defensiva. Durante la exposición se prepara para cualquier ataque. Participa
solamente si se ve forzado a hacerlo. Si se integra en el grupo es colaborador
y constructivo. A este individuo debemos integrarlo por medio de dinámicas de
grupo, hacerlo nuestro aliado y partícipe del éxito grupal.
g) Indiferente. Es una persona observadora y poco motivada a exteriorizar sus
ideas. No es fácil de persuadir a través de nuestra exposición. Con él debemos
procurar un acercamiento directo, hacerle preguntas abiertas, despertarlo e
intentar llamar su atención.
h) Exclusivo. Conocedor de la importancia de su persona, merced a sus
conocimientos, personalidad o cargo. Suele ser seguro de sí mismo. Le gusta
exponer sus puntos de vista. Para tratar con él, debemos integrarlo y
conducirlo, hacer contacto previo y posterior con él, hacerle emplear su
experiencia y hacerle preguntas.
i) Astuto. Le gusta escuchar y luego preguntar al orador para descubrir sus
debilidades y contradicciones para atacarlo sin compasión. De él debemos
solicitar su opinión para comprometerlo y usar sus habilidades en su contra.
j) Arrogante. Es selectivo, sólo ataca a los de su nivel académico o personal. Suele
ser seguro de sí mismo. Lo mejor es hacerle constantes preguntas y tratar de no
ofenderlo. No debemos aceptar sus recursos oratorios y debemos evitar que haga
muchas intervenciones.
CUALIDADES
DEL ORADOR
1º Cualidades físicas.
Tienen que ver con la apariencia personal. Esto no
significa que el orador deba ser una persona hermosa, sino que debe cumplir con
una serie de pautas para resaltar su personalidad y que constituya una estética
armoniosa ante de los demás. Para ello debe cuidar el aseo personal y el
vestido, mantener una actitud mental positiva y gozar de buena salud física y
psíquica.
2º Cualidades intelectuales.
Están relacionadas con la facultad para conocer,
comprender y razonar. Estas cualidades son: la memoria, la imaginación, la
sensibilidad y la iniciativa.
3º Cualidades morales.
Son el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir el orador
para que exista una conexión entre lo que predica y lo que hace. Algunas de
estas cualidades son: la honradez, la puntualidad, la sinceridad, la
congruencia y la lealtad.
TÉCNICAS CORRECTAS DE PRESENTACIÓN EN PÚBLICO
Uno de los problemas con los que se suele enfrentar el orador es el
saber cómo desplazarse hasta el escenario, dónde ubicarse, cómo empezar y cómo
concluir su exposición. A continuación, daremos unas pautas a seguir en cada
uno de estos momentos:
1º Tránsito inicial. -
Es el que se recorre desde su ubicación inicial
hasta situarse en el escenario. En el momento de ser anunciado, debemos
levantarnos de nuestro asiento y caminar con naturalidad hacia el escenario,
con el cuerpo erguido y una sonrisa agradable, demostrando confianza y
seguridad personal. Las miradas estarán fijas en nosotros, pero no debemos
bajar la mirada y debemos repetirnos palabras de ánimo que activen nuestra
mentalidad positiva.
2º Ubicación en el escenario. -
El lugar correcto para situarnos en el escenario es
el centro de éste, a no ser que haya alguien a espaldas del orador. En ese caso
nos situaremos a un costado de forma que no demos la espalda a nadie.
Si hay instalado un atril, nos situaremos detrás de
él y con las manos sobre la parte superior. Si hay un pedestal con micrófono,
detrás de él, con el micrófono a la altura de los labios, a dos dedos de
distancia, con el cuerpo erguido y sin sujetarlo.
Si existe una pizarra o pantalla, la ubicación será
al lado izquierdo de ésta, teniendo cuidado de no dar la espalda al público.
3º Esperar el silencio. -
No debemos comenzar la intervención hasta que no se
produzca el silencio absoluto. Una vez se produce, esperar entre tres y cinco
segundos y comenzar. Estos segundos nos servirán además para observar a nuestro
público y tratar de detectar cuál es su actitud hacia nosotros.
4º Saludo. -
Consta de dos partes: identificación y
complementación. En la primera parte del saludo se identifica a las personas
presentes y se les nombra por su grado si es necesario (siguiendo un orden
jerárquico). En la complementación se añade “buenos días”, “buenas tardes” o
“buenas noches”.
Si son muchas las personas que asisten, haremos un
solo saludo general.
A continuación, es bueno añadir unas palabras de
agrado o reconocimiento al público en general (Ej.: es para mí un honor
dirigirme a ustedes…)
5º Discurso. -
Para la elaboración del discurso, debemos tener en
cuenta lo siguiente:
a) El tiempo asignado; no son recomendables los
discursos largos.
b) El público al que va dirigido, para adoptar un
léxico que se adapte a su nivel cultural.
c) Practicarlo previamente ante amigos o
familiares.
d) Usar anécdotas, comparaciones, humor, …
Para la exposición,
debemos tener en cuenta lo siguiente:
a) Los discursos pueden ser leídos, memorizados,
improvisados o mixtos.
b) Suelen constar de tres partes: introducción,
desarrollo y conclusión.
c) Debe ser expuesto de la forma más clara y amena
posible.
6º Despedida y tránsito final. -
La despedida debe ser breve: “gracias”, “muchas
gracias” o “he concluido”, y no pronunciar ni una palabra más. De esta forma,
el público tiene claro cuándo ha terminado el discurso y pueden aplaudirlo.
Debemos agradecer los aplausos con la mirada y una
sonrisa y retirarnos con el cuerpo erguido.
Algunas veces, tras la exposición, el orador es solicitado por los
asistentes para saludarlo, conocerlo personalmente, estrecharle la mano, en
este caso, nunca debemos desairarlos ni mostrarnos pedantes con ellos.
LA ACCIÓN ORATORIA
La acción oratoria es el uso de las expresiones
corporales que acompañan a la pronunciación del discurso. Un orador que no
emplee con acierto los ademanes o los utilice fuera de contexto, desluce su
discurso y revela una desarmonía que el público percibe enseguida.
La acción oratoria está integrada por las
expresiones gestual, manual y corporal. Todas ellas constituyen lo que llamamos
“comunicación no verbal”.
La comunicación no verbal juega un papel tan
importante en nuestra práctica oratoria que, así como puede ayudarnos a
reforzar el mensaje que transmitimos, también puede delatar lo que pretendemos
ocultar.
Por eso es conveniente estudiar detenidamente
nuestros gestos.
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